La Señora “N” es una persona adulta que vive en condiciones precarias y en total abandono por parte de sus hijos, quienes, de acuerdo a comentarios de vecinos, viven en buenas condiciones; uno en la misma colonia, otro en una distinta, pero en el mismo municipio. Hay un tercer hijo que vive más lejos, “en Los Cabos, él es el que vendrá en avión” lo dice llena de esperanza, mientras sus ojos reflejan tristeza. Sus manos se notan llenas de cenizas por intentar prender el fogón, ofrece disculpas por cómo recibe a las visitas, pero a su vez suelta una risa y dice “lo bueno que me encontraron con mi falda y no en plenas enaguas.”
Después de dejar a un lado lo que hace e invitar a las personas a pasar a su casa, no deja de agradecer por la ayuda que le es entregada y les llena de bendiciones por visitarle y llevarle cosas. Tomándoles de las manos, agradece el gesto que han tenido con ella, mientras repite “miren mi casa, aquí vivo, yo sola, aquí me dejaron mis hijos”. Porque, sí, tengo hijos, pero me vinieron a dejar aquí en esta casa. En ese momento se le cae el palo que ha acondicionado como bastón.
Los comentarios dejan ver sus necesidades, pues la falta de alimentos no es la única, ya que argumenta escuchar voces en la cabeza, acompañada de mareos, además de la dificultad para caminar, la cual es evidente. Su casa es obscura, no tiene por lo menos un foco, y a toda vista se nota que el aseo personal se realiza esporádicamente. Cocina en una estufa de dos parrillas y afuera cuenta con un pequeño fogón.
Pero “N” no es el único caso. Como ella, hay más personas que viven con alguna discapacidad y están en abandono por parte de los familiares, ya sea por falta de interés, de recursos o porque fueron a trabajar al extranjero prometiéndoles que las cosas mejorarían y que regresarían por ellos. Esto no ha sucedido.
Quien le entregó personalmente la ayuda fue la presidenta municipal de Actopan, Tatiana Ángeles. La alcaldesa recorre uno por uno, los casos registrados en un censo realizado con antelación, en donde buscan entregar una despensa mensual con la intención de mitigar la precariedad en la que viven muchos actopenses. La visita le permite corroborar de manera directa lo verídico de la situación y así mismo encausa gestiones para que se apersonen los integrantes del Programa Municipal de Salud Pública, que incluye la Unidad Móvil, todo ello atendido directamente por el Sistema DIF a cargo de María Elena Gómez Ángeles. Hasta el día de hoy y de acuerdo al censo realizado por la dependencia, se reportan más de 300 casos en el municipio. En próximos días, seguirán con la entrega en el resto de las colonias y comunidades, así mismo la actualización del registro de los casos.
El recorrido se realiza con vecinos y representantes de la colonia o comunidad para que, de esta forma, entre todos confirmen la existencia de los casos y de la ayuda entregada. De acuerdo a alcaldesa se buscará institucionalizar el programa para que se quede vigente aun cuando haya cambio de administración.